Age of Empires - A fondo - 2

Estarás más pendiente de los gráficos que de la batalla

Esto en cuanto al paisaje, por que no menos lograda esta la definición de las propias unidades y edificios. Estos últimos difieren según la época en la que estemos y a ojos vista del jugador. Así una chabola de la edad de piedra con forma redonda pasa a convertirse en una casa de madera cuadrada en la edad de las herramientas, una construcción de piedra en la edad del bronce o un palacete casi de mármol en la de hierro. Y lo mismo ocurre con los hasta 13 edificios que podemos levantar.

Construcciones que nos permitirán luego potenciar nuestras tropas en lo que es una clara influencia de Warcraft. En ese mismo paisaje conviven además animales sobre los que no tenemos ningún dominio como ciervos, peces, ballenas, cocodrilos, leones, elefantes o aves. Por supuesto hay que obtener recursos, cuatro en este caso, con otra peculiaridad como es la polivalencia de los peones y su diferente talante a la hora de explotar cada uno de ellos. Si van a cazar animales trabajarán con una lanza, si cultivan en una granja para conseguir comida se colocarán un gorro de paja y un azadón, si tratan de cortar madera talarán árboles con un hacha, si deben de explotar una mina de oro o una cantera de piedra portarán un pico entre sus manos, si van a reparar un edificio lo harán a martillazos y si les mandamos a la lucha pelearán con un enorme hueso o un garrote, según la época.

Es por pequeños detalles como estos por los que jugar a Age of Empires merece la pena. Si a todo esto le añadimos el sonido peculiar de cada unidad, no con expresiones como en Warcraft, sino con el de las acciones que realizan, además del soplido de las ballenas, el resorte de las catapultas o los golpes de los elefantes embistiendo, obtenemos como conclusión un juego de diseño, en el que lo que más llama la atención es el aspecto visual. A partir de ahí, y a la hora de jugar las cosas son diferentes.

Un último aspecto a destacar en este juego es la opción de la diplomacia, el pago de impuestos a los aliados y otra serie de cuestiones que en este título no adquieren una dimensión demasiado importante.

2. COMENZAR AGE OF EMPIRES

En Microsoft fueron bastante generosos e inteligentes a la hora de plantearnos las diferentes opciones de juego. Tras seleccionar "un jugador" en el menú de inicio, te mostrará varias opciones para que elijas el tipo de combate a realizar. En primer lugar, aconsejan una especie de tutorial con el título "aprendizaje ascenso de Egipto". En él, a través de varios niveles, aprenderemos a recopilar recursos con nuestros peones, reclutar una buena tropa, potenciar al máximo nuestros edificios, manejar los magos y por supuesto desplazarnos de forma sencilla a lo largo del plano con una interfaz similar a la de Warcraft. Una vez que nos hemos hecho con el manejo del juego podemos experimentar nuevas campañas en progreso y con cinco niveles de dificultad a gusto del consumidor, que se centran en las civilizaciones babilónica (ecos de Babilonia), griega (gloria de Grecia) y Yamato (Imperio Yamato del sol naciente).

Más de treinta campañas con objetivos predeterminados que huyen por lo general de la clásica destrucción total del enemigo. Pero si lo que quieres es esto precisamente, el juego te ofrece otras posibilidades como el mapa aleatorio o el combate total. Ahí podrás elegir prácticamente todas las opciones deseadas para llevar la batalla final a su máximo auge. El ordenador puede controlar otras siete civilizaciones diferentes, de las que tu decides quienes serán tus aliadas y quienes tus enemigas. También configurarás el tamaño del mapa (de muy pequeño a muy grande), el tipo del mapa (islas, desierto, bosques, montañas,...), edad inicial de la que partes, el nivel de recursos que posees, el grado de dificultad, si el mapa está oscurecido o completamente abierto, árbol tecnológico, etc.

Alcanza la victoria a tu medida

Otro aspecto importante que te permite configurar son las condiciones de victoria, sea por ganar una partida (simplemente derrotando a todos tus oponentes), mediante la adquisición de todos los artefactos (una especie de carritos que aparecerán diseminados por el mapa y fuertemente protegidos por el enemigo), controlando ruinas (edificaciones, pero que al contrario de los artefactos no se pueden desplazar hasta tu ciudad y por tanto es más difícil controlarlas), por límite de tiempo (previamente prefijado) y por puntos (puntuación en función de los combates y logros que has conseguido).

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