martes, 23 de diciembre de 2008

Dune 2 - A fondo


Difícilmente podría imaginar Frank Herbert en 1965, tras publicar una serie de novelas de ciencia-ficción sobre el mundo de Dune, que sus relatos unirían diferentes aspectos del ocio actual tan importantes como el cine (con su película Dune, dirigida por el mismísimo David Lynch), la música (con la participación en la misma de Sting) o la informática. Y en este último sentido, aún menos podría imaginar que un juego con el título de su novela se convertiría en un clásico dentro de los juegos de ordenador, algo que ni siquiera existía cuando ideó sus seis novelas.

Y es que al margen de su paso por las librerías, el cine, o del protagonismo del ex-lider de los Police, hoy a Dune se le conoce más por ser el primer juego de estrategia bélica que se desarrolló en tiempo real, que por otra cosa.

El punto de partida para juegos de gran éxito como Age of Empires, Total Annihilation, Dark Reign, etc. fue Dune 2, y a partir de ese momento se abrieron dos caminos: el de la propia empresa programadora (Westwood) a través de títulos como Command & Conquer o Red Alert, y el seguido por Warcraft.

Por tanto Dune 2 merecerá siempre un lugar de privilegio dentro de la historia de los juegos de ordenador, al margen de sus gráficos, jugabilidad, etc., que tampoco tienen nada que envidiar, en algunos casos, a juegos posteriores.

La batalla de Arrakis

Por supuesto Dune 2 tuvo un antecedente, sí bien muy distinto. Dune consistía en una mezcla de estrategia y aventura, mediante la cual representabas el papel de Paul Atreides, el héroe de la aventura, para expulsar a los Harkonen del planeta Arrakis. El juego era simplemente entretenido, pero si no fuese por el éxito de su predecesor hoy sería bastante complicado localizarlo en cualquier tienda. Fue programado por los franceses de Cryo, y el argumento era el que más respetaba el guión original de la película. El emperador del planeta, Shaddam IV, ha ordenado a tres poderosas familias la tarea de extraer esta materia prima cuya importancia se basa en ser la materia mineral básica para viajar por el espacio. Debíamos reclutar tropas leales Fremen y controlar la producción de especia a la vez que entablar luchas con los Harkonen.

Por su parte, Dune 2 ofrece los elementos más destacados sobre los que se basan hoy los juegos de estrategia en tiempo real. Por un lado la necesidad de recolectar recursos, representados por la especia, gracias a los cuales obtendrás más ganancias y por tanto posibilidades para generar y fabricar un mayor y más completo número de edificios y unidades de guerra, para culminar las misiones con éxito.

También encontramos los edificios, con nombres que nos suenan tanto como generadores de energía, estaciones de defensa, radar, refinerías, astropuertos, cuarteles de infantería, etc.
Las unidades también nos son familiares, especialmente las de a pie, pero sobre todo destaca que en un momento como el actual, en el que todos se suman al carro de introducir tres tipos de bandos para elegir, un poco tomando de referencia a Starcraft, resulta que en 1993, Dune 2 ya presentaba estos tres bandos a saber los Atreides, los Harkonen y los Ordos.

Pero también tiene pegas

A pesar de que la mayor parte de las cosas nos suenan, hay que reconocer que ha sido el tiempo, y especialmente los programadores, los que han logrado que el tiempo real en los juegos de estrategia tenga tal cantidad de adeptos. Y es que como ya hemos comentado otras veces, el concepto de tiempo real no ha cambiado aunque sí los argumentos de los juegos, las posibilidades tácticas, con la introducción de gráficos en 3D, el desarrollo máximo de la inteligencia artificial, la recreación de las batallas con el mayor número de unidades posibles y diferentes que podamos conseguir y la creación de una interfaz sencilla pero que nos permita realizar operaciones complejas sea a través del ratón o mediante atajos de teclado. Todo ello sin hablar de otros aspectos como el realismo y tamaño de los mapas, las más avanzadas opciones multijugador vía red o a través de Internet, y el cuidado de los vídeos preliminares, cada vez más realistas, que reflejan la historia del juego, al margen del sonido cuidado y los efectos especiales, además del camino utilizado para representar las unidades en pantalla sea mediante bitmaps, polígonos o voxels, por ejemplo.

Está claro que se trata de aspectos que se han desarrollado a lo largo de cinco años y de los que carece Dune 2; gráficos un tanto obsoletos, inteligencia artificial muy limitada, pocos tipos diferentes de unidades o interfaz menos manejable que la de, por ejemplo, Command & Conquer, que dificulta la posibilidad de lanzar al ataque grupos de unidades, teniendo que conformarnos con dirigir tan sólo una.

De todas formas es aconsejable jugar al menos una vez en la vida a Dune 2 para saber cómo ha evolucionado desde 1993 el mundo de los juegos de estrategia bélica en tiempo real, y así pensárselo dos veces a la hora de criticar la inteligencia artificial u otros aspectos que los programadores han puesto en acción en algunos juegos.

DUNE 2

0 comentarios: